MANTENGA FUERTE EL TRIÁNGULO DEL MATRIMONIO
Mostrar que en los matrimonios donde ambos cónyuges
consideran a Dios como su amigo y consejero principal, siempre habrá más
estabilidad, unidad y felicidad. Así el triángulo del matrimonio será fuerte.
“Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir.
Y además la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.” Eclesiastés
4:12
Tres hilos separados, pueden romperse con cierta
facilidad, pero cuando estos hilos son
trenzados, entonces éste se convierte en una cuerda difícil de ser
quebrada.
Apliquemos ahora la interpretación de éste texto
bíblico al hogar cristiano, y definámoslo al matrimonio, como un pacto sagrado
que une a tres “hilos” o sea tres personas que son: Cristo, el marido y la
mujer, para formar una cuerda poderosa, que nada podrá destruirla.
I. ¿CÓMO
INTRODUZIR A CRISTO EN LA VIDA CONYUGAL?
A. REALIZAR DOS ENCUENTROS
ESPECIALES CON CRISTO CADA DIA.
Filipenses 1:21 “Para mí el vivir
es Cristo”
“Lo que causa
división y discordia en las familias y en la iglesia es la separación de
Cristo. Acercarse a Cristo, es
acercarse unos a otros. El secreto de la verdadera unidad en la iglesia y en la
familia... está en la unión con Cristo.”
HA, 158
1. Juntos elijan dos momentos en el día para
tener esta comunión con Cristo.
a. En las mañanas, elija su hora mas
apropiada. Ej:
05:00, 05:30, 06:00, Su culto debe durar de 15 a 20
minutos.
Debe ser hecho antes del desayuno y
antes de ir al trabajo.
El
programa sugestivo que podría seguir es este:
-
Alaben a Dios con un himno
-
Oren juntos de rodillas y tomados de las manos.
-
Abran su Biblia y comiencen a estudiar y meditar
comprenderlo claramente y aplicarlo en sus vidas
-
Finalicen este culto con una oración.
b. En las noches, elija su hora más
apropiada. Ej:
19:00, 19:30,
20:00 Su culto debe durar de 15 a 20
minutos. Debe ser hecho antes de la cena en lo posible.
- Alabe a Dios con un himno
- Antes de la oración, comenten cómo les fue en
el
día de
actividades, y luego agradezcan a Dios por
los éxitos y si hubieron fracasos oremos por
ellos.
- Luego hagan sus pedidos de oración cada uno,
y
oren por ellos todos, tomándose de la mano.
B. PRACTIQUEN ESTAS
ACTIVIDADES ESPIRITUALES
“No dejando de congregarnos, como es
costumbre de algunos, mas amonestándonos los unos a los otros, tanto más,
cuanto veis que se va aproximando aquel día.”
(Hebreos 10:25)
2 Sean grandes intercesores y
apasionados por la oración.
“Orando en
todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu Santo, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” (Efesios 6:18)
3.Sean estudiosos de la Biblia
“Escudriñad
las Escrituras porque pensáis que en ellas tenéis la vida eterna...” (Juan 5:39)
4.Hagan el bien al prójimo. “No nos cansemos de hacer el bien...” Visitas
a enfermos y desanimados (Gálatas 6:9)
5.El Secreto para una vida familiar
feliz, es el ser llenos del
Espíritu
Santo. “...Mas sed
llenos del Espíritu Santo” Efésios
5:18. Oremos para ser llenos del Espíritu Santo.
II. NUNCA
ES DEMASIADO TARDE
A. PARA RECOMENZAR
Ningún
casamiento es totalmente único, singular. En verdad los problemas del
matrimonio son muy semejantes. La cuestión de ser exitosos o fallar en nuestro
casamiento depende de cómo lidiamos con nuestros problemas.
Mientras
tengamos una relación profunda con Cristo y su Palabra, habrá un deseo de
cambio y de mejora, tendremos la posibilidad de recomenzar, podremos poner
todas las ideas y los ideales en práctica. Aún las experiencias más difíciles
en el matrimonio, y en cualquier etapa de éste, pueden ser oportunidades para
nuevos comienzos, nueva comprensión, mayor
crecimiento y más amor.
B. PARA CAMBIAR
André
Maurois, dijo: “Un matrimonio bien exitoso es como un edificio que debe ser
construido cada día y otras veces reconstruido por ambos cónyuges”.
Estamos
construyendo el uno para el otro el tipo de hogar en que deseamos vivir, y para
hacer esto necesitamos:
1. Embellecer el edificio en que vivimos
2. A veces notamos que parte de la
estructura está débil y precisamos reforzarla.
3.Otras veces necesitamos hacer alguna
reforma para que sea más útil, segura y durable.
4.De vez en cuando notaremos que debemos
hacer reparaciones para que la casa no se desintegre.
5.También pasaremos por la alegría de
proyectar alguna cosa bonita, como dónde colocar la ventana para tener una
mejor vista.
El matrimonio
feliz es hecho por aquellos cónyuges que creen que con Dios cambiar siempre
posible; creen que siempre es posible
mejorar la vida en común; creen que
deben aprender a dar y recibir, de modo que su relación pueda crecer. Jesús
dijo:
“Para los
hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible.” Mateo 19:26
C. PARA PERDONAR
Un casamiento
feliz no es un matrimonio perfecto porque nadie es perfecto. Todos cometemos
errores, maltratamos al otro, nos herimos, nos enojamos y nos distanciamos uno
del otro.
Dos cónyuges
incapaces de perdonarse no pueden soportar la vida de casados. Negarse a perdonar puede ser usado como
control para manipular al otro a que se someta. Así la vida se torna muy
desgastante. Si permitimos que pequeños
o grandes errores se instalen en nuestro interior; si alimentamos rencores o si
permitimos que la ira y el resentimiento permanezcan, entonces será inevitable
la separación y el deshonor. Pensando que con Dios podemos perdonarnos, acepte
estos consejos:
1.Que aunque sea difícil perdonar, debemos
con la ayuda de Dios dialogar nuestros sentimientos reales y profundos.
2.Es necesario proponerse no hablar de los
errores pasados
3.Procure medios para hacer el bien a la
persona que perdonamos.
4.Niéguese a hablar con otros acerca de esa
cuestión
5.Negarse a no dar importancia continua al
error cometido
“La verdad es que todo el compañerismo del
matrimonio, al final de cuentas, está basado en el perdón” (David R. Mace)
“Porque si
vosotros no perdonáis, Tampoco vuestro Padre que está en los cielos os
perdonará vuestras ofensas.” Mar, 11:26
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