EL
SELLO DE DIOS
Todo debe saber que
el sello de Dios no es físico, sino espiritual; no es tangible ni visible; no
se puede tocar ni ver, porque proviene de lo espiritual, pues la Escritura dice
que << Dios es Espíritu> >>.
Con base en lo
anterior, el sello de Dios se debe discernir espiritualmente. El apóstol Pablo
enseña que <<...el hombre natural no percibe las cosas
que son del Espíritu de Dios porque para él son locura, y no la puede entender
porque se han de discernir espiritualmente >>. (1 Co.2:14).
El sello de Dios,
significa, entre otras cosas, propiedad de Él. Sólo se puede obtener a través
del Espíritu Santo, una vez satisfechos dos requisitos fundamentales: oír y
creer la Palabra de Dios. La Biblia dice: <<...En él también vosotros
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa...>> (Ef.1:13)
Desde luego que ese
oír y ese creer tienen que ser no sólo en la mente sino en el corazón y dar como
resultado una vida de obediencia y sometimiento a la perfecta voluntad de Dios.
El sello de Dios no
proviene de ningún hombre sino de Dios: <<...Y el que nos confirma con
vosotros en Cristo y el que nos ungió es Dios, el cual también nos ha sellado,
y nos ha dado las obras del Espíritu en nuestros corazones >>. (2 Co.
1:21-22)
Cabe destacar que si
bien el sello de Dios no se puede ver ni palpar físicamente en razón de que es
un sello espiritual plasmado en el interior del hombre, sí se pueden observar sus
efectos que se hacen visibles en una manera de vivir diferente, en una vida
santa, apartada de pecado.
La Ley de Dios es conocida como
los Diez Mandamientos
Sus diez principios
de amor. Por la que la humanidad será
juzgada, según lo indica el apóstol Santiago.
Santiago 2:8-12
2:8Si en
verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a
ti mismo, bien hacéis;
2:9 pero
si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley
como transgresores.
2:10
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos.
2:11
Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora
bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la
ley.
2:12 Así
hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la
libertad.
Eclesiastés 12:13,14.
12:13 El
fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;
porque esto es el todo del hombre.
12:14
Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea
buena o sea mala.
De hecho, la Biblia
nos da la siguiente definición del pecado: "El pecado es infracción de la ley
[los Diez Mandamientos]" (1 Juan 3:4).
Debido a eso, vale
decir que Dios está buscando un pueblo obediente—un pueblo en cuyas mentes está
escrita su ley moral, su ley de amor, y que mejor prefieren morir que infringir
sus mandamientos. Hay muchos los cuales, dicho sea de paso, es imposible guardar a menos que
el Espíritu Santo grabe estos preciosos principios en el corazón
Aparece el sábado,
¡el solo mandamiento que indica el nombre, el título, el puesto, y el
territorio del Dios Todopoderoso! "Acuérdate del sábado para
santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día es
de reposo para Jehová, tu Dios;... porque en seis días hizo Jehová los cielos y
la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo
día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó" (Éxodo 20:8-11).
Amigos y Hermanos
¡este es el único lugar donde van ustedes a encontrar el sello de Dios! El
mandamiento del sábado contiene su nombre, "Jehová tu Dios" [el Creador que] "hizo los cielos y la
tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay". Por esta razón Dios
declaró por medio del profeta Ezequiel: "Santificad mis sábados, y sean por
señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro
Dios" (Ezequiel 20:20). Así que el
sello de Dios, que ha de estar en el corazón del ser humano, ¡se halla en el
corazón de la Ley de Dios! Nótese también que se ordena la
santificación del día de sábado. "Vosotros por tanto os santificaréis
y seréis santos, porque yo soy santo" (Levítico 11:44).
El día es de por sí
sagrado porque Dios en la creación hizo tres cosas con él para establecerlo
para siempre como símbolo de su propia santidad: descansó
junto con el hombre el día de sábado; bendijo el día; y lo santificó (o sea, lo
apartó para uso sagrado). Por eso el sábado es, y para siempre será, un día
santo.
“3:14 He entendido
que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de
ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.” (Eclesiastés 3:14). Pero es
imposible guardar el sábado mientras quebrantemos uno de los otros nueve
mandamientos, o principios de santidad. Por lo tanto, la observancia del día de
sábado en un sentido especial abarca o incluye el resto de los Diez
Mandamientos los cuales han de estar sellados en el corazón o mente. El sábado,
en virtud de su propia función y bajo la dirección del Espíritu Santo "con
el cual fuisteis sellados para el día de la redención" (Efesios 4:30)
se presta Singularmente para ser el "sello de Dios".
Ezequiel 20:12 Y
les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos
para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.
Éxodo 20:8-11 ”Acuérdate del día
de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el
séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la
tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día;
por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”
Exodo 31:16,17 Señal es para siempre entre mí y
los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y
en el séptimo día cesó y reposó.
Hebreos 4:9-11
Por
tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.
Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras,
como Dios de las suyas. Procuremos,
pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de
desobediencia.
Levitico 23:32 Día
de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve
días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.
Exodo 16:23 Y él les
dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el
reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que
habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.
Mateo 12:11,12
El les dijo: ¿Qué hombre habrá de
vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no
le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por
consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.
Apocalipsis 7:2,3 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el
sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les
había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis
daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus
frentes a los siervos de nuestro Dios.
Apocalipsis
9:4 Y se les
mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a
ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en
sus frentes.
Hebreos 3:15 Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis
vuestros corazones, como en la provocación.
Juan 15:10 Si guardareis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los
mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Esquematización: Andrea Lopez
Esquematización: Andrea Lopez

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